El 7 de julio de 2025, Singapur presentó una serie de instrumentos estratégicos destinados a consolidar un entorno de inteligencia artificial (IA) fiable y alineado con los estándares globales de protección de datos. Durante la cumbre “PDP Summit 2025”, la Ministra Josephine Teo anunció tres iniciativas clave: la ampliación del Global AI Assurance Sandbox, la publicación de una guía para la adopción de Privacy Enhancing Technologies (PETs) y la certificación nacional Data Protection Trust‑mark convertida en estándar nacional SS 714:2025 .
La ampliación del Global AI Assurance Sandbox responde a la creciente complejidad de las aplicaciones de IA. Originalmente lanzado en París, el programa piloto, gestionado por AI Verify Foundation y la IMDA, ya ha incorporado nuevos modelos de IA, como la agentic AI, y ha abordado amenazas emergentes, tales como fugas de datos y vulnerabilidades por prompt injection. Además, ofrece un entorno regulatorio experimental para evaluadores del sector, con vistas a desarrollar un sistema de acreditación formal .
Paralelamente, se ha creado la Guía de adopción de PETs, que ofrece un enfoque práctico y estructurado para la implementación de tecnologías de privacidad. El documento introduce una herramienta de evaluación de casos de uso y una lista de verificación operativa, diseñada para orientar a las organizaciones desde la fase de conceptualización hasta la implantación sostenible de PETs, con actualizaciones continuas basadas en el feedback del Sandbox .
La tercera iniciativa consiste en la elevación del Data Protection Trust‑mark a un estándar nacional (SS 714:2025). Con ello, Singapur alinea su certificación de protección de datos con las principales normas internacionales, reforzando los requisitos en áreas críticas como la gestión de terceros y las transferencias transfronterizas. Esta certificación ofrece una garantía clara y fiable a los consumidores y facilita a las empresas la demostración de responsabilidades en materia de protección de datos .
Estas tres iniciativas se fundamentan en una visión coherente: fomentar la innovación digital, especialmente en el ámbito de la IA, sin comprometer la confianza pública. Establecen un marco “sandbox” donde las entidades pueden testar tecnologías avanzadas bajo supervisión regulatoria rigurosa, promoviendo aprendizajes colectivos. Asimismo, las guías operacionales y los estándares nacionales refuerzan la gobernanza y la rendición de cuentas, especialmente entre líderes empresariales y agentes públicos ().
Desde la perspectiva del Derecho y la regulación comparada, la estrategia singapurense representa un enfoque normativo proactivo y centrado en la práctica, previo a una regulación prescriptiva más amplia. El Sandbox de IA, las herramientas operativas para PETs y el refuerzo de la certificación suponen un esfuerzo estructurado para equilibrar la seguridad jurídica, la competitividad empresarial y la protección de derechos fundamentales. Este modelo puede servir de referencia en los procesos de regulación de IA y privacidad que se desarrollan actualmente en la Unión Europea y otras jurisdicciones.


