Privacy, Data & Cybersecurity

Protección de datos sensibles frente a adversarios extranjeros: implicaciones del nuevo marco regulatorio estadounidense para las empresas globales

En un movimiento sin precedentes, el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ) ha establecido un marco regulatorio que restringe la transferencia de datos personales sensibles de ciudadanos estadounidenses a países considerados adversarios, como China, Rusia, Irán, Corea del Norte, Cuba y Venezuela. Esta normativa surge en respuesta a preocupaciones sobre el uso indebido de datos por parte de estos países, que podrían emplearlos para actividades de espionaje, manipulación o coerción.

Alcance y características de la normativa

La normativa se centra en la protección de datos considerados sensibles, incluyendo:

  • Datos biométricos y genéticos.
  • Información de salud y financiera.
  • Datos de geolocalización precisos.
  • Identificadores personales únicos, como números de seguridad social o identificadores de dispositivos. 

Se establece que la transferencia de estos datos en volúmenes significativos (por ejemplo, más de 100,000 registros) a entidades vinculadas con los países mencionados está prohibida, incluso si los datos han sido anonimizados o pseudonimizados, debido al riesgo de reidentificación . 

Implicaciones para las empresas globales

Las empresas que operan a nivel internacional deben revisar y, en su caso, modificar sus prácticas de gestión de datos para cumplir con esta normativa. Esto incluye:

  • Evaluación de terceros: Verificar que los socios comerciales y proveedores no estén vinculados directa o indirectamente con los países designados como adversarios.
  • Contratos y cláusulas de transferencia: Incluir disposiciones contractuales que prohíban la retransferencia de datos a entidades prohibidas.
  • Monitoreo y reporte: Implementar mecanismos para detectar y reportar posibles transferencias no autorizadas de datos.

El incumplimiento de estas disposiciones puede conllevar sanciones significativas, incluyendo multas y restricciones operativas.

Este nuevo marco regulatorio representa un cambio significativo en la política de privacidad de datos de EE. UU., priorizando la seguridad nacional sobre la libre circulación de datos. Para las empresas globales, esto implica la necesidad de una mayor diligencia en la gestión de datos y una adaptación proactiva a un entorno regulatorio en evolución.