El consentimiento informado es un pilar fundamental en la práctica médica, especialmente en procedimientos quirúrgicos donde los riesgos inherentes deben ser claramente comunicados al paciente. Una reciente publicación en Economist & Jurist destaca la importancia de informar adecuadamente sobre el riesgo de infección en cirugías, señalando que la omisión de esta información puede constituir una infracción legal.
La obligación de informar sobre riesgos
La Ley 41/2002, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, establece que los pacientes tienen derecho a conocer, con carácter previo, los riesgos significativos que puedan derivarse de una intervención. Entre estos, las infecciones postoperatorias son complicaciones conocidas y, en muchos casos, previsibles.
No informar al paciente sobre la posibilidad de una infección puede interpretarse como una vulneración del deber de información, lo que podría derivar en responsabilidades legales para el profesional o la institución sanitaria.
Jurisprudencia relevante
Existen precedentes judiciales donde la falta de información sobre riesgos ha sido determinante en la resolución de casos. Por ejemplo, el Tribunal Supremo ha señalado que la omisión de información relevante en el consentimiento informado puede conllevar responsabilidad civil, incluso si el procedimiento se realizó conforme a la lex artis.
Además, en situaciones donde se produce una infección nosocomial y no se puede demostrar que se adoptaron las medidas profilácticas adecuadas, los tribunales han fallado a favor de los pacientes, considerando la falta de información y prevención como elementos clave en la determinación de la responsabilidad.
Importancia del consentimiento informado detallado
Para mitigar riesgos legales y proteger los derechos de los pacientes, es esencial que los profesionales de la salud:
- Proporcionen información clara y comprensible sobre los riesgos asociados a la intervención, incluyendo las posibles infecciones.
- Documenten adecuadamente el proceso de consentimiento informado, asegurándose de que el paciente ha comprendido la información proporcionada.
- Mantengan registros detallados de las medidas preventivas adoptadas para minimizar el riesgo de infecciones postoperatorias.
En conclusión, la omisión de información sobre el riesgo de infección en procedimientos quirúrgicos no solo compromete la autonomía del paciente, sino que también puede tener consecuencias legales significativas para los profesionales de la salud. Es fundamental reforzar los protocolos de información y consentimiento para garantizar una práctica médica ética y legalmente segura.