La Comisión Europea ha publicado recientemente directrices para clarificar la definición de “sistema de inteligencia artificial” según el Reglamento de IA. Estas orientaciones buscan facilitar la aplicación de las normas establecidas en la ley, que entró en vigor el 1 de agosto de 2024 y será plenamente aplicable a partir del 2 de agosto de 2026.
Las directrices proporcionan criterios específicos para identificar qué tecnologías se consideran sistemas de IA bajo la regulación europea. Esto es esencial para que desarrolladores y usuarios comprendan sus obligaciones legales y aseguren el cumplimiento normativo.
Además, la Comisión ha establecido prohibiciones específicas para evitar el uso indebido de la IA por parte de empleadores, sitios web y fuerzas policiales. Por ejemplo, se prohíbe que los empleadores utilicen IA para monitorear las emociones de los empleados, y que los sitios web manipulen a los usuarios para realizar compromisos financieros significativos. También se restringe el uso de IA para explotar a individuos basándose en características como la edad o discapacidad.
Estas medidas refuerzan el compromiso de la UE con una IA segura y ética, asegurando que su desarrollo y aplicación respeten los derechos fundamentales y promuevan la confianza en la tecnología.